Se trata de un juego de equilibrio compuesto por un balancín en el que se pueden ensartar piezas a cada lado. Las piezas cuentan con distintos pesos, grosores y colores.
Incluye 8 tarjetas a doble cara con ejemplos para colocar las piezas, 2 apoyos para cada uno de los lados y 1 pieza para separar cada lado de la balanza.
Este juego tiene carácter evolutivo. Se inicia como un juego libre de encajes, combinando las piezas sin pauta, y acaba mostrando teorías tan interesantes como la ley de la palanca de Newton, verificando como las piezas colocadas en los palos exteriores pesan el doble que las colocadas en los palos interiores.
Además, permite desarrollar la motricidad fina, la discriminación por colores, la atención, el conteo, las sumas y las divisiones, el cálculo mental…
Son varias las actividades que se pueden llevar a cabo con la balanza en función de la edad, interés o conocimientos: ensartar las piezas con o sin pauta, reproducir secuencias, ejercicios de autocorrección, juegos por equipos competitivos o colaborativos…
La balanza puede calibrarse aflojando los tornillos inferiores, desplazando las piezas y volviendo a apretar.